
La palabra como arma: Policía mexicano gana adeptos rapeando sobre su trabajo
El policía Alan Galván, de 29 años, ha conseguido compaginar su trabajo con su afición a la música, como se vio el viernes en su ciudad natal, Chalco.
Conocido por su nombre de rap Ese Gorrix, Galván rapea sobre el día a día de sus funciones, que incluyen desde operaciones contra los cárteles de la droga hasta la detención de líderes del crimen organizado. Está abriendo camino en un género que ha sido bautizado como "rap de guerra", que a su vez es una respuesta a los narcocorridos, un género musical que narra la vida de los narcotraficantes.
En sus rimas, el rapero asegura que no todo el mundo puede ser policía y aprovecha para mostrar su rechazo a todos los agentes que han manchado la reputación de la profesión. También se le respeta como rapero a nivel local, ya que algunos vecinos le saludaron y se hicieron fotos.
"La mayoría de las veces, cuando tienes un sueño, la gente se burla y te critica, incluso tu familia, pero creo que tienes que creer en ti mismo. Más adelante, lograrás lo que tienes en mente", comentó Galván.
El rapero graba su música, que también está disponible en Spotify, en un pequeño estudio que montó en su casa. Además, en ocho años ha acumulado unos 100.000 suscriptores en su canal de YouTube y muchos seguidores en sus otros canales sociales. Además, ha apadrinado a otros músicos de Chalco y de diferentes barrios de la Ciudad y el Estado de México, a quienes ha ayudado a grabar canciones e impulsar sus carreras en las redes sociales.

El policía Alan Galván, de 29 años, ha conseguido compaginar su trabajo con su afición a la música, como se vio el viernes en su ciudad natal, Chalco.
Conocido por su nombre de rap Ese Gorrix, Galván rapea sobre el día a día de sus funciones, que incluyen desde operaciones contra los cárteles de la droga hasta la detención de líderes del crimen organizado. Está abriendo camino en un género que ha sido bautizado como "rap de guerra", que a su vez es una respuesta a los narcocorridos, un género musical que narra la vida de los narcotraficantes.
En sus rimas, el rapero asegura que no todo el mundo puede ser policía y aprovecha para mostrar su rechazo a todos los agentes que han manchado la reputación de la profesión. También se le respeta como rapero a nivel local, ya que algunos vecinos le saludaron y se hicieron fotos.
"La mayoría de las veces, cuando tienes un sueño, la gente se burla y te critica, incluso tu familia, pero creo que tienes que creer en ti mismo. Más adelante, lograrás lo que tienes en mente", comentó Galván.
El rapero graba su música, que también está disponible en Spotify, en un pequeño estudio que montó en su casa. Además, en ocho años ha acumulado unos 100.000 suscriptores en su canal de YouTube y muchos seguidores en sus otros canales sociales. Además, ha apadrinado a otros músicos de Chalco y de diferentes barrios de la Ciudad y el Estado de México, a quienes ha ayudado a grabar canciones e impulsar sus carreras en las redes sociales.