
Padre de tres niños prodigio chinos de las artes marciales organiza entrenamientos en su casa
Liu Long, aficionado al kung-fu y padre de dos niñas y un niño, organiza clases de las artes marciales para sus hijos, como muestran las imágenes grabadas el sábado cerca de su casa en Xuzhou.
Las dos hijas de Liu, de 12 y 10 años, y su hijo pequeño de 8 años, aprendieron a realizar varias técnicas de kung-fu, incluidos ejercicios de equilibrio y fuerza, así como rutinas con espadas y palos. Los pequeños maestros del kung-fu ya han obtenido sus primeros premios a pesar de su corta edad.
"Antes de que empezaran a practicar kung-fu, tenían mala salud, sobre todo mi hijo. Teníamos que llevarlo al hospital cada mes", dijo su padre. "El kung-fu les ayuda a tener un cuerpo sano y han formado buenos hábitos en la vida diaria, como ayudar a su madre y abuela con las tareas del hogar", agregó.

Liu Long, aficionado al kung-fu y padre de dos niñas y un niño, organiza clases de las artes marciales para sus hijos, como muestran las imágenes grabadas el sábado cerca de su casa en Xuzhou.
Las dos hijas de Liu, de 12 y 10 años, y su hijo pequeño de 8 años, aprendieron a realizar varias técnicas de kung-fu, incluidos ejercicios de equilibrio y fuerza, así como rutinas con espadas y palos. Los pequeños maestros del kung-fu ya han obtenido sus primeros premios a pesar de su corta edad.
"Antes de que empezaran a practicar kung-fu, tenían mala salud, sobre todo mi hijo. Teníamos que llevarlo al hospital cada mes", dijo su padre. "El kung-fu les ayuda a tener un cuerpo sano y han formado buenos hábitos en la vida diaria, como ayudar a su madre y abuela con las tareas del hogar", agregó.