
Francia: Piedras y gases lacrimógenos en la 17 semana de protestas de los "chalecos amarillos"
La policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a un grupo de manifestantes durante la protesta de los “chalecos amarillos” el sábado en París, después de los enfrentamientos en los que algunos activistas lanzaron piedras a la policía. Esta es la 17 semana consecutiva de protestas en Francia.
Las imágenes muestran a un grupo de manifestantes concentrados alrededor del cordón policial, cantando consignas anticapitalistas e insultando a los policías. Cuando los “chalecos amarillos” comenzaron a lanzar piedras la policía utilizó gas lacrimógeno para dispersarles.
Un manifestante fue detenido por la policía, como se aprecia en las imágenes.
El movimiento de los “chalecos amarillos” es una de las protestas más multitudinarias ocurridas en Francia en la historia reciente, y llevan organizando manifestaciones todos los sábados desde noviembre de 2018.
Lo que comenzó como una protesta contra un impuesto sobre el combustible propuesto por la administración de Macron se ha convertido en un amplio movimiento antigubernamental.

La policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a un grupo de manifestantes durante la protesta de los “chalecos amarillos” el sábado en París, después de los enfrentamientos en los que algunos activistas lanzaron piedras a la policía. Esta es la 17 semana consecutiva de protestas en Francia.
Las imágenes muestran a un grupo de manifestantes concentrados alrededor del cordón policial, cantando consignas anticapitalistas e insultando a los policías. Cuando los “chalecos amarillos” comenzaron a lanzar piedras la policía utilizó gas lacrimógeno para dispersarles.
Un manifestante fue detenido por la policía, como se aprecia en las imágenes.
El movimiento de los “chalecos amarillos” es una de las protestas más multitudinarias ocurridas en Francia en la historia reciente, y llevan organizando manifestaciones todos los sábados desde noviembre de 2018.
Lo que comenzó como una protesta contra un impuesto sobre el combustible propuesto por la administración de Macron se ha convertido en un amplio movimiento antigubernamental.